Dirección: Claude Chabrol.
Paises: Francia / Suiza.
Año: 2000.
Interpretes: Isabelle Huppert (Marie-Claire "Mika" Muller), Jacques Dutronc (André Polonski), Anna Mouglalis (Jeanne Pollet), Rodolphe Pauly (Guillaume Polonski), Brigitte Catillon (Louise Pollet)
Guión: Claude Chabrol y Caroline Eliacheff
Paises: Francia / Suiza.
Año: 2000.
Interpretes: Isabelle Huppert (Marie-Claire "Mika" Muller), Jacques Dutronc (André Polonski), Anna Mouglalis (Jeanne Pollet), Rodolphe Pauly (Guillaume Polonski), Brigitte Catillon (Louise Pollet)
Guión: Claude Chabrol y Caroline Eliacheff
Basado en la novela de Charlotte Armstrong The Chocolat Cobweb
Sinopsis: Cuando Jeanne descubre que en su nacimiento pudo haber un intercambio de bebés, y que cabe la posibilidad de que su padre sea el famoso pianista André Polonski se las ingenia para conocerle. Descubrirá que la esposa de Polonski pone un ingrediente especial en el chocolate que sirve al hijastro Guillame. También descubre los secretos de la muerte de la primera mujer de Polonski. El misterio está servido.
Claude Chabrol desarrolla un exquisito thriller psicológico en el que el mal en estado puro, el mal como fin en sí mismo, se presenta sin más explicación.
En esta película se vuelve a poner de manifiesto la fascinación de Chabrol por los personajes complejos, disfrazados de una apacible normalidad que esconden un pasado turbio o una angustia presente. En palabras de Chabrol: “defiendo las tramas simples con personajes complicados”.
En esta película se vuelve a poner de manifiesto la fascinación de Chabrol por los personajes complejos, disfrazados de una apacible normalidad que esconden un pasado turbio o una angustia presente. En palabras de Chabrol: “defiendo las tramas simples con personajes complicados”.
Sigue hurgando en los sentimientos, en las perversiones y en las relaciones de familiares y de pareja nada fáciles de la burguesía francesa. Esta burguesía que conoce tan bien Chabrol y que tanto critica en sus películas es también fruto de sus ataques en Gracias por el Chocolate.
Los personajes no son lo que parecen. Existe algo estudiado y frio tras la aparente juventud y cordialidad de Jeanne, el pianista Polonski no es tan inocente como parece, el joven Guillame parece que no escucha lo que le dice Jeanne pero tras su aparente amor casi filial crece la duda, la madrastra una auténtica dama y empresaria que esconde un mundo de secretos inconfesables, una personalidad controladora, celosa y psicótica.
En definitiva detrás de las buenas maneras – muy a la francesa –y de una cortesía que en momentos puede parecer forzada se esconde una realidad muy distinta.
Isabelle Huppert decía que ella ve la película como una historia sobre los celos, y son los celos los que llevan a su personaje a comportarse de una manera tan perversa.
Yo veo a los personajes como unos grandes egocentristas. El músico que vive para la música, vive en su mundo y no quiere ver lo que tiene a su alrededor pero lo percibe, y eso no le deja dormir. Por otro lado la madrastra que, siguiendo lo que decía Isabelle Huppert, quiere controlar todo lo que tiene a su alrededor: su marido, su empresa, y siente celos y aparta lo que no le satisface. Después está el egocentrismo de la juventud, representado por el hijo y Jeanne.
El final muy a lo “nouvelle vage” me ha resultado decepcionante para una intriga tan excelentemente planteada. Un aspecto de la nouvelle vage que nunca he conseguido entender es como tras una trama sencilla y bien llevada y una descripción tan minuciosa de los personajes se desentiende del final.
Yo veo a los personajes como unos grandes egocentristas. El músico que vive para la música, vive en su mundo y no quiere ver lo que tiene a su alrededor pero lo percibe, y eso no le deja dormir. Por otro lado la madrastra que, siguiendo lo que decía Isabelle Huppert, quiere controlar todo lo que tiene a su alrededor: su marido, su empresa, y siente celos y aparta lo que no le satisface. Después está el egocentrismo de la juventud, representado por el hijo y Jeanne.
El final muy a lo “nouvelle vage” me ha resultado decepcionante para una intriga tan excelentemente planteada. Un aspecto de la nouvelle vage que nunca he conseguido entender es como tras una trama sencilla y bien llevada y una descripción tan minuciosa de los personajes se desentiende del final.
El papel de la madrastra lo interpreta Isabelle Huppert, actriz fetiche de Chabrol de la última época, con una perfecta combinación de delicadeza y perfidia, de bondad y maquiavelismo.
Jacques Dutronc, con esa cara tan fascinante y enigmática, realiza también un personaje sutil y ambiguo. Y a pesar de ser muy joven y con pocas películas a sus espaldas me parece que Anna Mouglalis realiza una interpretación de una gran frescura y se convertido en una de las grandes esperanzas del cine francés contemporáneo.
Jacques Dutronc, con esa cara tan fascinante y enigmática, realiza también un personaje sutil y ambiguo. Y a pesar de ser muy joven y con pocas películas a sus espaldas me parece que Anna Mouglalis realiza una interpretación de una gran frescura y se convertido en una de las grandes esperanzas del cine francés contemporáneo.
La banda sonora corre a cargo del hijo que Claude Chabrol que llena de metáforas musicales toda la película. Cabe destacar los Funerales de Liszt, cuyo tono trágico sirve de contrapunto al ambiente de insana tranquilidad que se vive en la casa.
Enlaces recomendados:
http://www.cineismo.com/criticas/gracias-por-el-chocolate.htm
http://www.cinestrenos.com/cartelera/critica/gracias/gracias.htm
http://www.elcultural.es/version_papel/CINE/800/Claude_Chabrol-_He_querido_filmar_la_perversidad
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