viernes, 25 de diciembre de 2009

CUENTOS DE LA LUNA PALIDA

CUENTOS DE LA LUNA PALIDA DE AGOSTO
T.O: Ugetsu monogatari
Director: Kenji Mizoguchi
Nacionalidad: Japón
Año: 1953
Reparto: Machiko Kyo , Masayuki Mori , Kinuyo Tanaka , Sakae Ozawa , Mitsuko Mito , Kikue Mori , Ryôsuke Kagawa , Kichijirô Ueda , Sugisaku Aoyamati , Syozô Nanbu , Mitsusaburô Ramon , Ichisaburô Sawamura.


Sinopsis:Basada en una leyenda del siglo XVI, narra la historia de dos ambiciosos campesinos que abandonan a sus familias en busca de poder, fama y riqueza.
Calificación: ****

Contexto.-A finales del siglo XVI, dos matrimonios vecinos de una aldea del norte de Japón, a propuesta de uno de ellos deciden dirigirse a la ciudad para enriquecerse con la venta de su cerámica. La mujer de Tobei, que sueña con ser samurái, accede a regañadientes. La ambición de sus maridos obliga a las mujeres a embarcarse en una aventura extremadamente peligrosa. Es una época difícil, la guerra amenaza y los saqueadores abundan por doquier. Los cinco cogen una barca abandonada y Mizoguchi consigue con este plano secuencia una escena maravillosa: La barca se desplaza por el agua y de repente se detienen y una triste melodía es interrumpida por una triste percusión. Otra barca se aproxima y un moribundo les advierte de las amenazas de piratas, despiadados saqueadores, asesinos de hombres y violadores de mujeres. La barca vira y desaparece en la espesa niebla y deja en el espectador un mal presentimiento. Es una escena fantasmagórica impregnada de teatralidad noh.
La irrupción en la historia de la princesa Wakasa y del palacio de Kutsuki, abren nuevas puertas a la trama, regalándonos unas bellas imágenes llenas de significados ocultos. Una experiencia onírica, que juega con nuestra razón, mientras despliega una consecución de hermosas escenas que hipnotizan al espectador. Mizoguchi incluye en el film reminiscencias budistas, sobre la falsedad de las apariencias: Genjuro consigue deshacerse de su obnubilamiento gracias a la advertencia de un monje sintoísta, que tatúa como protección en su cuerpo la armadura de Buda.

Kenji Mizoguchi deja caer en esta película sus conclusiones morales. Una de ellas es que la ambición (sea de dinero, fama, belleza) contiene un demonio engañoso. Los personajes masculinos de la película intentan conseguir la riqueza y la fama sin tener en cuenta que ello les lleva a perder elementos fundamentales de sus respectivas vidas como son sus familias .

El título, la luna: A comienzos del X se inició en Japón la costumbre de contemplar la luna el 15 de agosto y el 15 de septiembre. A esto lo llaman la luna de antes y la luna de después. Se sentaban desde casa viendo la luna y se dedicaban a contar poemas, escuchar música y leer cuentos.Los japoneses son grandes amantes de la luna. La luna aparece de nuevo como representativa de la naturaleza, de una vida armónica y en consonancia con la naturaleza y sus ciclos, de ahí que el culto a la luna siga vivo en el Japón contemporáneo. Aparece en numerosas historias de carácter fantástico evocando un espacio difuso entre la realidad y el sueño, en la frontera del territorio de los vivos y los muertos.


Técnica cinematográfica: En esta película Mizoguchi hace algo tan difícil como pasar de lo real a lo irreal sólo con movimientos de cámara. Mizoguchi, que estudió arte y pintura, saca el máximo partido al plano secuencia. Esta película se caracteriza también por la utilización de planos generales tan de gusto de Mizoguchi. Los movimientos de la cámara son suaves y cadenciosos.
Un inciso sobre la personalidad del director. Es conocido que la biografía de Mizoguchi parece el argumento de una película: de una familia extremadamente humilde, su hermana fue vendida como geisha cuando el pequeño Kenji tenía siete años. El odio hacia su padre, Zentaro, marcaría notablemente su carrera artística y su conducta vital (no siempre para bien). Su biografía en absoluto ejemplar choca con la sensibilidad exquisita que refleja en esta película y en el resto de sus obras.

Repercusión internacional: Fue ganadora del León de plata en Venecia en 1953 y es considerada como una de las grandes obras maestras del cine.
Autor de una filmografía de más de 80 películas, la mayor parte de ellas desaparecidas, Cuentos de la Luna Pálida es la primera película de Mizoguchi estrenada en Europa. El León de Plata del Festival de Venecia le abrió las puertas de occidente. Deslumbró por la belleza de su fotografía y por la forma de jugar con la luz y la sombra, la plasticidad y fragilidad.


Enlaces recomendados: http://www.filmaffinity.com/es/reviews/1/568981.html

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